Durante este curso estamos poniendo en práctica una nueva herramienta para mejorar las habilidades de nuestros alumnos, y por consiguiente, la convivencia en las aulas. Se trata del termómetro.
En todos los cursos hay dos habilidades comunes: la limpieza y el nivel de ruido. Y además, en primaria y secundaria, cada clase tiene una o dos habilidades más, adaptadas a la edad y necesidades de cada grupo. El funcionamiento es el siguiente: al finalizar cada clase, el maestro puede dar hasta un máximo de dos puntos por cada habilidad, siempre razonando por qué se dan o no los puntos. Los puntos se pintan en un panel que hay en clase. En el caso de infantil, al llegar a los 60 puntos acumulados, toda la clase recibe un premio elegido por ellos mismos. En cursos superiores, el número de puntos a alcanzar es mayor, y cada vez va aumentando la dificultad para que crezca también el esfuerzo e implicación del alumnado.
Los premios que han elegido hasta ahora han sido: salir al parque, o peli con palomitas.
Aquí tenéis algunas fotos de la clase de 5 años recibiendo su premio. Y cómo no, aprovechamos las actividades lúdicas para seguir trabajando. Por ello, cada niño tuvo que comprar su entrada para el cine a partir de una regleta cuisenaire mayor que dos, y cambiarla en el banco para tener las unidades o monedas que necesitaba para pagar, y ver lo que le sobraba. También colorearon algunos dibujos sobre la película, y decoraron la puerta de clase.
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